QUE LES ENSEÑAMOS A LOS HIJOS..?

Los niños dicen lo que oyen y hacen lo que ven.

(Herbert Breucop)

Una vez oí por la radio que una madre se quejaba porque a su hijo no lo “educaban” bien en la escuela y exigía mayor atención y cuidado de parte de los profesores. Sin duda alguna,  la ira de esa madre no le permitía reflexionar bien,  ya que la educación primera viene de casa y que a la escuela llegan los alumnos a recibir conocimiento general que mediante un proceso de aprendizaje avanzara su conocimiento hasta lograr obtener un titulo que lo hace apto para desarrollar lo que aprendió en la escuela, luego en el colegio y después en la Universidad, con la opción de adquirir mas conocimientos con las Maestrías y Doctorados. ¿entonces por qué estudiar tanto..? pues el objetivo es estar “bien”.

Tambien es importante que nos hagamos esta pregunta: ¿Qué le enseño a mis hijos en casa? Y acerca de mi fe, cuanto le he enseñado?

Los primeros conocimientos de Dios los obtendrá en casa y en la iglesia los complementara.

Leamos esta hermosa instrucción de Dios por medio de Moisés:

Deuteronomio 6:1  Estos,  pues,  son los mandamientos,  estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase,  para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;

Deu 6:2  para que temas a Jehová tu Dios,  guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando,  tú,  tu hijo,  y el hijo de tu hijo,  todos los días de tu vida,  para que tus días sean prolongados. (estar bien)

Deu 6:3  Oye,  pues,  oh Israel,  y cuida de ponerlos por obra,  para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel,  y os multipliquéis,  como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.

Deu 6:4  Oye,  Israel:  Jehová nuestro Dios,  Jehová uno es.

Deu 6:5  Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón,  y de toda tu alma,  y con todas tus fuerzas.

Deu 6:6  Y estas palabras que yo te mando hoy,  estarán sobre tu corazón;

Deu 6:7  y las repetirás a tus hijos,  y hablarás de ellas estando en tu casa,  y andando por el camino,  y al acostarte,  y cuando te levantes.

Ahora en buen momento de cumplir esta instrucción de Dios para beneficio de nuestros hijos y de nosotros también.