1ª JUAN 2:14 Os he
escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el
principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra
de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él.; 16 Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y
la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Existe una brecha generacional entre jóvenes y adultos.
Existe una época para unos, que difiere de los otros. Existen costumbres, ropa,
lenguajes, juegos y hasta comida que es distinta para unos y otros. Entonces la
pregunta es como las unimos para que sean una sola? Parece que la respuesta no
existe.
Entonces que hacer...? la experiencia es madre de la ciencia
dice un refrán. Así pues tomándonos de la experiencia vamos a buscar la
respuesta. Pero la experiencia no será de nosotros sino de La Biblia, La Palabra
de Dios.
Juan nos dice a los padres y a los hijos que debemos de
hacer una diferencia en lo que es del mundo (lo malo, lo pecaminoso, lo que
nos lleva a estar mal en todo: moral-espiritual-físico-), también
nos dice a quien debemos de amar a Dios, es decir hacer una separación entre Dios y el
mundo.
Tremenda separación en estos tiempos en que nuestros jóvenes
tienen acceso a todo lo malo (aunque no lo busquen), el mundo se los ofrece y se
los muestra alegre-moderno-actual-social-grandioso-exitoso…. Pura fantasía
pasajera. Entonces como hacemos para mostrarle al joven la verdad..?
CONTINUAMOS EN EL PROXIMO BLOG.